sábado, 24 de enero de 2009

MIS LECTURAS EN 2009.

Título: Levantado del suelo. Autor: José Saramago.
Ed. Alfaguara. 440 páginas.



La lucha por subsistir.

Por encima de todo, Levantado del suelo es un poema esperanzado de vida, una epopeya tierna y solidaria del devenir de una casta de seres desgraciados desde tiempos remotos, la estirpe de los campesinos pobres, a la par que un decente manifiesto vindicativo contra las miserias que encierra la existencia humana.
El texto narra con excelsa pulcritud las vicisitudes del mundo del latifundio en el Alentejo portugués durante un largo período de su historia, cuyo final coincide en el tiempo con el triunfo de la revolución de los claveles, pero la viabilidad de su mensaje trasciende la frontera y la época descritas, dado su intemporal ecumenismo, pues sus derivaciones y consecuencias son siempre las mismas: la explotación por unos cuantos individuos de la producción agraria para sus propios beneficios a costa de las privaciones de la inmensa mayoría.
Ya la cita de Almeida Garret que adorna el pórtico de la novela es un anuncio anticipado de lo viene después: “Y yo pregunto a los economistas políticos, a los moralistas, si han calculado el número de individuos que es necesario condenar a la miseria, al trabajo desproporcionado, a la desmoralización, a la infancia, a la ignorancia crapulosa, a la desgracia invencible, a la penuria absoluta, para producir un rico”.
Aunque Levantado del suelo se ciñe exclusivamente a la vida social en el Alentejo, la novela es una denuncia global de la tiranía y del abandono al que se ven sometido los campesinos cuyas existencias dependen únicamente del trabajo con sus manos. Con su particular estilo, de tono claro y magnético, pulido de deliciosos matices, cuya voz serena parece que nos habla al oído más que contarnos por escrito sobre el papel, el autor nos muestras un lienzo donde se dibujan la opresión, la crueldad y el despotismo a los que se ven sometidos los hombres del campo por unos terratenientes avaros y despiadados; un turbador cuadro con las penurias, los sinsabores y los sacrificios de unos pobres seres que generacionalmente sufren el azote de la escasez y la miseria sin que nadie haga nada por remediarlo.
El apellido Maltiempo que designa a algunos de los protagonistas principales de la narración (Domingo, Juan, Antonio), tres generaciones de una misma familia, es un apelativo premonitorio del sufrimiento perenne que castiga a los habitantes de la aldea de Monte Lavre a lo largo de la novela. Al mismo tiempo estos personajes, junto a otros de su misma cuerda --por contraste de los propietarios de la tierra, custodios del despotismo-- encarnan asimismo el orgullo de clase y la esperanza en un futuro mejor.
El argumento en síntesis de Levantado del suelo se reduce a la lucha por la dignidad y la subsistencia de los campesinos del Alentejo. El eje central de la trama gira en torno a las grandes hambrunas que, en su expresión más cruel, recorre las casas del latifundio como un torrente amargo de penurias y desdichas; sin embargo, estas omnipresentes hambres no agotan en sí mismas el infortunio de la desfavorecida población. Muchos campesinos, forzados por las insoportables adversidades, en su disputa por voltear la situación en la que penan, son apresados y son objeto de las más sádicas torturas por unos guardias al servicio de los dueños del latifundio y con la connivencia de la Iglesia católica, representada en la figura hipócrita y cómplice del padre Agamedes.

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