lunes, 19 de enero de 2009

MIS LECTURAS EN 2009.

Título: Movimiento Perpetuo. Autor: Augusto Monterroso.
BIBLIOTEX, S.L. Las mejores novelas en castellano del siglo XX. 125 páginas.


El placer de lo breve.

En Unas palabras sobre el cuento dice Augusto Monterroso que “los cuentos que uno escribe no pueden ser muchos y que las páginas de los tales también tienen que ser sólo unas cuantas, porque pocas cosas hay tan fáciles de echar a perder como un cuento”. Y, continuando con su teoría, añade: “Diez líneas de exceso y el cuento se empobrece; tantas de menos y el cuento se vuelve una anécdota, y nada más odioso que las anécdotas demasiado visibles, escritas o conversadas”. Para finalizar diciendo que en verdad nadie sabe cómo debe ser un cuento: “El escritor que lo sabe es un mal cuentista, y al segundo cuento se le nota que sabe, y entonces todo suena falso y aburrido y fullero. Hay que ser muy sabio para no dejarse tentar por el saber y la seguridad”.
Movimiento Perpetuo no es un libro de cuentos, al menos en el sentido estricto de estar compuesto únicamente de relatos, pero sí hace honor a la teoría de la brevedad prescrita por su autor, de la cual Monterroso es un virtuoso sin tacha; brevedad no sólo en el número de sus páginas, sino también del texto que las impregna. El libro es un canto al laconismo elocuente, a lo mínimo intenso, escrito con excelente buen gusto e inteligencia.
Movimiento Perpetuo es un depósito de textos de diferente índole donde se mezclan el ensayo breve, el cuento, la cita, la digresión; una miscelánea donde van cogidos de la mano el placer por el juego de palabras, la crítica sincera, una visión escéptica de la realidad, el sarcasmo, la ironía, etc., con el propósito de mostrar los defectos del ser humanos, sin pretender aleccionar a nadie.
“Hay tres temas: el amor, la muerte y las moscas. Desde que el hombre existe, ese sentimiento, ese temor, esas presencias lo han acompañado siempre. Traten otros los dos primeros. Yo me ocupo de las moscas, que son mejores que los hombres, pero no que las mujeres”. Las moscas como símbolo de los miedos irracionales revoletean por todo el libro en forma de citas literarias, por contra de otros capítulos que lo forman una sola cita, v.gr. el titulado El mundo: “Dios todavía no ha creado el mundo; sólo está imaginándolo, como entre sueños. Por eso el mundo es perfecto, pero confuso”. O esta otra frase del cuento denominado Fecundidad, donde se burla de su capacidad para la concisión: “Hoy me siento bien, un Balzac; estoy terminando esta línea”.

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