lunes, 24 de diciembre de 2007

PÓRTICO

Acabo de crear el blog El trote de Clavileño. El subtítulo literario es más una excusa para no delimitar su campo de acción que un apellido que lo defina y explique. Al fin y a la postre, la literatura lo abarca todo, como nadie ignora. Visto así, también puede resultar una artimaña. Con todo, el blog nace con pretensiones básicamente literarias, aunque de entrada no excluya otras disciplinas. Las alforjas de Clavileño cargarán temas de política, música, deporte, etc., no siempre juntos ni revueltos, y todo aquello que no estorbe su alegre trote, que espero sea, aunque pausado, rítmico y constante.
La humildad del proyecto al que doy comienzo, me inclinó a degradar al caballo cervantino de su estirpe voladora y legendaria para traerlo a caminar por el suelo de lo común y ordinario. Quizá Clavileño se muestre aquí más prosaico y remolón que en la fábula quijotesca, pero también aparecerá más acorde con el propósito del blog. Que no es otro que transportar sin apremios mis escritos por la telarña de internet. Apuntes, notas, juicios, glosas, relatos, ensayos, etc., será la diversa carga que deberá soportar su lomo figurado, además de retornar las opiniones y comentarios que halle por el camino.
Con esta breve declaración de intenciones estimo suficiente por hoy. Dejemos por ahora tranquilo a Clavileño descansar en su establo para que reponga fuerzas para una carrera que se me antoja larga y desalentadora. Es sólo el principio de lo que aspiro sea una aventura positiva en la red. Pronto empezaremos a cargar sus serones.

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